Este mes de julio el Gobierno español ha presentado ante las Naciones Unidas el Informe de Progreso, un documento que aborda los avances en la implementación de la Agenda 2030 y que recoge un balance del Plan de Acción propuesto en el año 2018.
Las organizaciones que conforman Futuro en Común han valorado positivamente esta rendición. Sin embargo, advierten que es necesario implementar verdaderas “transformaciones sociales, económicas y ambientales hacia un modelo de desarrollo más justo y sostenible”.
Futuro en Común ha elaborado un documento que recoge su posicionamiento con la visión sobre los contenidos del Informe de Progreso y la recientemente aprobada Estrategia de Desarrollo Sostenible. También incluye recomendaciones a futuro, sobre cómo seguir avanzando una vez se ha aprobado la Estrategia, para mejorarla y para reforzar el sistema de revisión de forma que se viabilice una medición de progreso significativa.
Así, aspectos como “la necesidad de que la Agenda 2030 vehicule el proyecto político común a largo plazo, que sea la hoja de ruta para la reconstrucción tras la crisis multidimensional y global agravada por la COVID-19 de forma alineada con el Plan de Recuperación y Resiliencia, la necesidad de articular la agenda del desarrollo sostenible con la de derechos humanos, o la centralidad de llevar a la práctica la Coherencia de Políticas para el Desarrollo Sostenible para poder aspirar a una Agenda 2030 de verdad transformadora, son algunos ejemplos de las demandas que venimos posicionando en los últimos años y que vemos recogidas en el documento.”
Sin embargo, este grupo de organizaciones ve “necesaria mayor coherencia entre diagnóstico y políticas aceleradoras con las metas e indicadores en todos los retos”, para evitar perder ambición y potencial transformador.
En relación a la dimensión global de nuestro modelo de desarrollo, la Estrategia se compromete con el desarrollo de una Política de Desarrollo Sostenible Global, que valoramos positivamente siempre que tenga vocación de ofrecer el “marco de acción integrado en el que discursos, estrategias y acciones respondan a un mismo propósito y posibilitan que el conjunto de los actores llamados a contribuir al esfuerzo global lo hagan desde el cumplimiento y la coherencia con los principios del desarrollo sostenible y del respeto a los derechos humanos” que la política aceleradora del reto 7 enuncia. Y para que esto sea posible, su puesta en práctica no debe limitarse a la implementación de los fondos de Ayuda Oficial Al Desarrollo (AOD), sino englobar toda la acción exterior y, como parte de ésta, la política de cooperación al desarrollo.
La Agenda 2030 destaca en el ODS 16 la importancia de un espacio cívico de calidad como condición necesaria para el avance democrático y de los procesos de desarrollo sostenible. Por eso, desde Futuro Común proponen la derogación de la Ley Orgánica sobre Protección de la Seguridad Ciudadana así como la necesidad de impulsar una estrategia transversal de apoyo a la sociedad civil.
Fuente: Futuro en Común (Descargar informe)
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